Ya no me importa tu amor, ni el de él, ni el de aquel.

No sueño el amor, no lo anhelo antes, no lo recuerdo después. Lo vivo en su momento, lo realizo con plenitud... y posiblemente lo olvido después. Se trata de mi, una persona impulsíva, apasionada, capaz de convertir al amor.. no es sentimentalismo ni en recuerdos, sino en fuego. En amor soy puro fuego. Pero hoy soy hoguera, y mañana, un montón de cenizas. Amo con intensidad, pero soy incapaz de mantener mis sentimientos en ese grado, con que los  inicio. No me entrego realmente al amor. Viviéndolo intensamente, no dejo que cale profundamente en mi. En las zonas más profundas de mi personalidad, coloco una valla contra el amor. Porque sé que éste acabará dominándome, si me entrego a él plenamente, con todo mi corazón.

El amor, para mi, es un camino más de los que llevan a ciertas conquistas de la existencia. No dejándome llevar nunca por el sentimiento, impongo mi forma de amor, lo domino, lo conduzco por los terrenos que me interesan, selecciono mi pareja, desechando la pareja que puede turbar o retrasar mis metas propuestas.

Vivo docenas de amor y viviré otra tantas docenas más. Cada uno de estos amores son apasionados, temperamentales. Cada uno de estos me enriquecen en una nueva faceta humana. Y todos juntos, todos parciales, pese a que sean apasionados, no llegan al fin a constituir el AMOR.

No obstante,amo de verdad, intensamente, cada vez que amo. Soy capaz de todo menos de olvidarme, cuando me entrego al amor, para mi la vida es conquista y juego y que en amor la palabra conquista no pasa de ser eso, una palabra vacía. 

Y respecto a esto, soy así, me guste o no, quiera cambiarlo o no, soy así, tengo la suerte de que justo me gusta. Pero creí necesario describir como es la movida porque a unos cuantos no les quedó claro, en fin, Basta de prometerme amores eternos, no me interesan en absoluto, creo que no puede ser tan complicado entenderme, o tal vez si..